viernes, 21 de septiembre de 2012

*P* CaP 1

La pequeña se levantó del asiento tambaleante , las manos le sudaba , estaba incomoda , la chica se acercó a su pupitre y se sentó. El maestro la regañaba y sabía que no sería el unico. Agachó la cabeza y miró sus pequeñas manos. Llevaba cuatro ya el conservatorio , tocar el piano no era su vocación pero si su obligación. El maestro suspiró y siguió con otro alumno, entonces el tintineo de una campanita indica que la hora ha terminado. La chica recoge sus partituras y las mete en su meletín negro , fuera sus padres les esperan. La mujer se acerca al profesor y empienzan a hablar , la mujer enseria la cara cuando le cuenta como ha tocado la pequeña , el profesor le sigue hablando pero ella ya no le hace caso solo mira a la pequeña con mala cara , esta agacha la cabeza y su padre la coge de los hombros y la dirije al coche. Pasan todo el trayecto en silencio. Al llegar al hogar la madre indica a la pequeña que guarde sus cosas y se acerque a su despacho. La niña obedece , el hombre odserba a su hija triste , no puede hacer nada por ella. Si no fuera porque Madeline la pilló con aquella zorra no tendría una prueba para quiotarle la custodia, prefiere estar hay para decir el basta. Si la pequeña se queda con Madeline ¿¡Como acabaría!? Destrozada seguro o incluso muerta. Julian niega con la cabeza a ese pensamiento, entonces allí estaba ella , la pequeña estaba asomada al marco de la puerta. El hombre la miró triste aún tan pequeña , con aquellos cabellos castaños y esos ojos marrones...
-Julian por favor dejanos a Any y a mi a solas-dijo Madeline.
El hombre asintió triste, se acercó a su hija y le besó la frente , la pequeña cerró los ojos y entró en la habitación. Julian desde afuera escuchaba todos los gritos de la mujer , las bofetadas...
A la hora y media la pequeña salió de la habitación ,miró a su  padre que la esperaba fuera. Tenia los brazos llenos de moretones , el pelo rebuelto ,el labio roto. La pequeña sonrió y salió corriendo de la casa.
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-Mi pequeña princesa... ¡Tengo una idea! Eyra, pequeña, llama a tu madre y a tu hermano y les dices que hoy os invito a una visita al Zoo- aclaró el hombre.
A la pequeña se le iluminó la cara, corriendo calle abajo se acercó  a la galería de  su madre y allí estaba junto a su hermano pintaban un grandioso cuadro del cielo estrellado. La chica se acerca a su hermano , solo un año mayor que ella y le grita la salida al Zoo , la mujer suelta una carcajada mientras el pequeño Maximo le pinta de azul la cara a la traviesa Eyra. La madre  los mira con ternura y les acaricia la cabeza , enseguida los dos la miran, era hermosa rubia de ojos azules y con una sonrisa encantadora. La mujer le quitó la pintura de la cara con un trapo mojado primero a Eyra, le acarició el pelo y susurró:
-El mismo negro de tu padre- le retiró un mechon de los ojos- Mi azul...
Cuando terminó con la pequeña se acercó a Max a este le revolvió los rubios cabellos y dijo:
-Y tu mi rubio y de tu padre los ojos miel aleonados. Mis pequeños , son dos bellezones!♥- los abrazó a los dos juntos.
- Pero... Mama ... dejanos respirar ... traigo un mensaje de papa-dijo la pequeña con dificultad. La madre los soltó rapido y la pequeña contó la noticia. Toda la familia animada  se subió al coche. Max y Eyra no dejaban de pelear mientras su madre reia junto al hombre que conducía. El zoo estaba cerca de la cima d la montaña , asi que aparte de ver a los leones y las cebras tambien veian ciervos y demas. Pero... todo no era felicidad lo que llebaba al zoo...
Un pequeño zorro con su familia se interpuso en la carretera , Oscar frenó rápido pero no consiguió otra cosa que el coche diera una vuelta colocandose poca abajo y otra vez poca arriba , quedando el vehiculo destrozado. Entonces a las tres vueltas el coche se paró. La pequeña veía borroso, el techo estaba aboyado delante suya y no veia nada, miró a su izquierda. Max no estab su asiento estaba vacío. Eyra intentó moverse de su asiento  , lo consiguió pero pagó como precio un arañazo. La pequeña llamó a sus padres , pero entonces vió lo que nunca se habría imaginado. Su padre llacía con la cabeza en el airbat que se había desinchado , pero no miraba a su derecha ni a su izquierda , su cabeza miraba atrás aún teniendo el cuerpo hacia adelante. La pequeña horrorizada lanzó un grito y se dirigió a su madre que estaba doblada en el asiento , con la boca abierta de la cual salia sangre y el techo del coche aplastandola. Eyra salió del coche  como pudo. Intentó llamar a su hermano pero la voz ya no le salía intentó hablar y gritar pero no consiguió ni un hilo de su pequeña voz. Se había quedado muda...

 

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